Si estás buscando un restaurante con encanto, descubre la historia de Benito y su gran aventura, » El vagón de los sabores».
Imaginen que alguien tiene un sueño, un sueño un poco loco eso sí; y que después de muchos esfuerzos y sacrificios ese sueño se cumple.
Pues ya pueden dejar de imaginar y acompañarnos dentro del sueño de Benito, porque su sueño tiene un nombre, «EL VAGON DE BENI».
En el año 1987 Benito Celestino, propietario del restaurante, tuvo la idea de reformar un antiguo vagón de tren, para rememorar los antiguos coches-restaurantes Wagon Lits en donde la comida, el placer de viajar y el lujo se mezclaban.
Su idea surgió de combinar las dos grandes pasiones de su familia, las restauración por parte de la familia de su mujer y los vagones de tren, a los que han estado ligados sus hermanos durante años.
Por este motivo en el año 1989 adquirió el primer vagón de tren , “ El Vagón Grande”. Un vagón de madera de 1931, que compró en los desguaces de Renfe. Pasados un sin fin de problemas, propios de una tarea tan ardua como es el traslado de un vagón de 35000 kg hasta Hoyo de Manzanares, comenzó un proceso de años de duro trabajo, en los que compaginó su trabajo como litógrafo con el de restaurador.
Siempre cuenta Benito, que el Vagón se hizo en sus pocos ratos libres, por eso en un principio se pensó en llamar “La estación de los Ratos” como así lo demuestran las locomotoras serigrafiadas en los cristales interiores del vagón.
Después de 5 años de remodelación en 1994 da comienzo su andadura como restaurante.
Desde entonces han sido pocos los kilómetros recorridos pero miles las experiencias guardadas en el recuerdo.
Así es como da comienzo la andadura de nuestro restaurante, con el encanto de los proyectos elaborados a fuego lento. Pincha aquí para descubrir nuestra carta.